Quiropodología
En Centro Atlántico, en su primera visita al servicio de quiropodología, el especialista al cargo, realiza una valoración general del pie, centrándose en el motivo de consulta y realizando los tratamientos necesarios para la resolución del problema.
Dentro del servicio de quiropodología, el profesional al cargo se centra en el tratamiento de:
Hiperqueratosis o queratopatías
DUREZAS · CALLOS · CALLOSIDADES · CLAVOS · «OJOS DE GALLO» · ETC.
También denominadas como durezas, callos, callosidades, clavos, «ojos de gallo» u «ojos de pollo», las queratopatías son afecciones comunes que afectan a la planta de los pies y a los dedos.
Estas lesiones cutáneas se caracterizan por su apariencia amarillenta y gruesa, así como su textura rugosa. Dependiendo de su ubicación y tamaño, las queratopatías pueden llegar a ser muy dolorosas.
Antiguamente, el profesional especializado en el tratamiento de estas afecciones era conocido como callista.
¿Por qué aparecen?
Estas durezas son consecuencia de una acumulación de células muertas en un área concreta del pie, lo que da lugar al consiguiente endurecimiento de la dermis y posterior formación de la callosidad.
Además, los también conocidos como callos, aparecen en aquellas zonas del pie que reciben mucha presión o fricción continuas por parte del calzado. Por eso, cuando tratamos una queratopatía debemos de tener en cuenta si la presión o fricción que la produce tiene su origen en un segmento óseo, lo que se relaciona con que siempre salga en el mismo sitio.
¿Hay tratamiento definitivo para que no vuelvan a aparecer?
Según la dureza y la zona donde se encuentre, podremos optar por distintas vías de tratamiento para estas callosidades, desde tratamientos de podología general, mediante su retirada con bisturí, descargas, ortesis plantares o digitales, hasta quirúrgico, en aquellos casos en los que el dolor sea incapacitante y se quiera plantear una solución definitiva.
Problemas ungueales, corte y fresado de uñas
Los principales problemas ungueales están relacionados con un mal crecimiento de la uña, cambios en la forma, enclavamientos ungueales, cambios en la coloración, aumento del grosor, fragilidad o aparición de manchas ungueales.
Todo ello provocado por microtraumatismos de repetición (típicos en la actividad deportiva), microorganismos, infecciones o la propia edad del paciente.
Talones agrietados
Otro de los principales motivos de consulta son los talones agrietados o resecos. Debemos de tener en cuenta que la piel del talón es una de las zonas del cuerpo que soporta más presión y fricción, además, la piel del pie es la que más comúnmente sufre sequedad debido a factores como el tipo de calzado, enfermedades de base o medicaciones. Todos estos factores provocan que la piel se reseque y llegue a desarrollar grietas, las cuales, pueden provocar dolor e incluso sangrar.
SÍNTOMAS QUE NOS INDICAN UNA MALA HIDRATACIÓN
Exceso de rugosidad y grietas
Enrojecimiento o rubor
Sensación de escozor o irritación en la zona
Tacto áspero
La piel de la zona del talón es mucho más gruesa que la piel localizada en el resto del cuerpo, por ello, muchas veces no es suficiente solo con la aplicación de cremas hidratantes y es necesario una serie de tratamientos podológicos para normalizar y mejorar el estado de la misma.
FORMA DE PROCEDER EN CENTRO ATLÁNTICO
Podología dermatológica
En muchos sentidos, las anomalías dermatológicas del pie requieren una evaluación con exactamente los mismos principios que en otras localizaciones del cuerpo. A pesar de ellos, cabe destacar que muchas enfermedades de la piel del pie son causadas directamente por alteraciones funcionales, como una mala pisada, movimientos del ciclo de la marcha y factores tales como calzado, la fricción y los efectos de la presión del día a día.
LAS 3 ETAPAS DEL PROCESO DE EVALUACIÓN
PRINCIPALES PROBLEMAS DERMATOLÓGICOS DEL PIE
Hongos
La infección por hongos en los pies se denomina micosis, mientras que en las uñas se denomina onicomicosis. Ambas son infecciones provocadas por organismos microscópicos que habitan en la zona plantar o interdigital del pie, y que provocan brotes por enrojecimiento y picor. Los hongos suelen ser más frecuentes en personas que sufren de hiperhidrosis (excesiva sudoración) y que utilizan calzado no transpirable.
En Centro Atlántico el diagnóstico se realizará a través de un cultivo, que nos informará exactamente de qué microorganismos son los que están provocando el problema y nos permitirá instaurar con mayor exactitud un tratamiento adecuado.
Para prevenir esta enfermedad contagiosa, es necesario realizar una estricta higiene personal y prestar atención a factores como la sudoración, ya que, son de difícil tratamiento y se caracterizan por presentar brotes y variar su sintomatología en función de múltiples factores. Además, según el estadio y área afectada se procede mediante distintos tratamientos.
En Centro Atlántico el diagnóstico se realizará a través de un cultivo, que nos informará exactamente de qué microorganismos son los que están provocando el problema y nos permitirá instaurar con mayor exactitud un tratamiento adecuado.
Para prevenir esta enfermedad contagiosa, es necesario realizar una estricta higiene personal y prestar atención a factores como la sudoración, ya que, son de difícil tratamiento y se caracterizan por presentar brotes y variar su sintomatología en función de múltiples factores. Además, según el estadio y área afectada se procede mediante distintos tratamientos.
Haciendo clic en el siguiente botón puedes ver un artículo del blog del Hospital Clínica Benidorm en donde el Dr. Luis E. Guerra Castro profundiza más en este tema tan interesante:
Uñas encarnadas (Onicocriptosis)
Las onicocriptosis o lo que conocemos de manera coloquial como uña encarnada es uno de los problemas recurrentes en nuestras consultas. Esto ocurre cuando uno o los dos laterales de la uña se clavan en la piel al crecer.
Este proceso, se puede llegar a alargar en el tiempo, y pasar de una simple irritación local, que se puede tratar únicamente cortando ese segmento de uña, a presentar un componente inflamatorio con dolor y en casos de mayor gravedad desarrollar un cuerpo granulomatoso, de fácil sangrado y predisponente de infecciones.
Para ponerle solución, nuestros especialistas proceden a evaluar el estadio en el que se encuentra la uña encarnada y valorar el origen del problema. Realizando una exposición del mejor tratamiento y que cabe la posibilidad de solucionar el problema de una manera definitiva.
FASES PARA LA RESOLUCIÓN DEFINITIVA
El protocolo seguido en Centro Atlántico para la resolución definitiva de las uñas encarnadas y que estas no se vuelvan a clavar es el siguiente:
Enfermedades de las uñas no infecciosas: Aumento de grosor y cambios de coloración
El crecimiento, el aspecto de la uña y su entorno pueden alterarse por múltiples procesos patológicos locales o sistémicos, así como por el efecto de tóxicos, medicamentos, productos químicos y traumatismos.
La lámina ungueal (uña) es relativamente insensible a los efectos nocivos externos, mientras que la matriz ungueal, es extremadamente sensible a cualquier tipo de influencia externa que altere el crecimiento celular. Ello conlleva que casi siempre el proceso desencadenante de la sintomatología es una afección primaria de la matriz, que provoca una alteración en la formación, cornificación o adherencia de la lámina ungueal.
1. Matriz ungueal o «raíz de uña»
Es muy sensible a cualquier tipo de influencia externa, como golpes, microtaumatismos, calzados muy apretados, lacas ungueales, etc. En caso de ser dañada dará lugar a uñas distróficas (uñas que crecen más en grosor que en longitud, que cambian de coloración, que aparentan estas infectadas por hongo, con una dureza muy alta…). Dichas alteraciones en un porcentaje muy alto son irreversibles y provocan alteraciones de la lámina permanentes.
2. Lámina ungueal o “uña”
Zona más consistente del complejo ungueal, la cual, en caso de presentar problemas o alteraciones, raramente son por alteraciones que se den directamente sobre ella, suelen venir derivados de la matriz.
Papilomas
Cuando hablamos de papilomas, verrugas plantares o verrugas en el pie, nos referimos a una serie de lesiones, que aparecen de manera más común en la planta del pie y son consecuencia del Virus del Papiloma Humano (VPH). Se trata de lesiones con relieve, muy contagiosas y se confunden de manera común con las típicas queratopatías (durezas, callosidades) que aparecen en la planta del pie.
Tienen periodos de incubación muy oscilantes, llegando del mes a los 6 meses, dependiendo del estado inmunológico del paciente. Su contagio suele darse de manera más frecuente en piscinas, gimnasios y duchas públicas y la población más predisponente por su tipo de actividad suelen ser los niños y adolescentes.
Para tratar este tipo de lesiones, nuestros especialistas realizan una revisión de la superficie afectada, profundidad papilomatosa y número de papilomas, seleccionando el mejor tratamiento y adjuntando al paciente desde el primer día de consulta una guía clínica sobre el virus del papiloma humano, donde se le explican todos los pasos a seguir para su completa eliminación.
ANTES Y DESPUÉS
En las siguientes imágenes se puede ver el resultado tras el correspondiente tratamiento del papiloma/verruga plantar.
Verruga plantar eliminada con laserterapia.
Dermatitis
Se trata de una afección común que tiene muchas causas y se presenta de muchas formas. Usualmente implica piel seca y con comezón o un sarpullido en la piel hinchada y enrojecida. El término dermatitis engloba un gran número de patologías de carácter inflamatorio que afectan a la piel y pueden estar desencadenadas por múltiples factores, tanto internos como externos.
Los tipos de dermatitis más comunes son: dermatitis atópica, dermatitis de contacto y dermatitis serborreica, entre otras muchas.
Otros problemas que afectan al pie
Otros problemas a tener en cuenta y que también afectan al pie, pero en mucha menor medida:
- Enfermedades inflamatorias de la piel
- Infecciones bacterianas y ectoparasitarias
- Tumores cutáneos benignos y malignos
CASO REAL
En las siguientes imágenes podemos ver un caso resuelto de un típico tumor cutáneo benigno.